A pocos días de haberse hecho oficial el anuncio de lo que será la Línea 3 del Sistema de Transporte Metro en la ciudad de Monterrey, muchos comentarios surgieron en torno a raíz de dicho pronunciamiento.
Opiniones entre el público que tienden a la negatividad con respecto a su trazo y extensión han salido una vez que se supo que la tan esperada Línea 3, tendrá solamente 9 estaciones en una extensión de poco más de 7 kilómetros; y que no llegará ni cruzará el municipio de Apodaca (al menos no como metro), pues se habló de que el sistema Transmetro (autobuses especiales); será el encargado de darle continuidad al recorrido del primero hasta llegar al municipio mencionado, mismo que esperaba con gran expectativa el paso del metro desde hace algunos años.
La preguntas más importantes aquí son: ¿Será que los 7 kilómetros de la nueva línea 3 (que en su gran mayoría será elevada), obedece a una primera etapa de lo que será una extensión a futuro? ó ¿realmente a los políticos y funcionarios públicos de éste Estado no tienen visión ni la voluntad de hacer una obra ejemplar?
Y es que los 7 kilómetros y las 9 estaciones de la nueva línea parecieran ser completamente insuficientes dada la demanda y la necesidad de movilización de cientos de miles de personas, que a diario se desplazan en una ciudad de más de 4 millones de habitantes.
Si la estrategia del gobierno que encabeza Rodrigo Medina es la de que estos 7 kilómetros sean solamente la primera fase de lo que a futuro será una línea más extensa, entonces podríamos inferir que el anuncio del jueves pasado pudiera ser una apuesta a que la próxima administración alargue el recorrido de la nueva vía siempre y cuando claro está; de que su partido político repita en el gobierno de Nuevo León.
Siguiendo esta lógica no es descabellado pensar que lo que se busca es amarrar argumentos para que el PRI continúe al frente del ejecutivo estatal, y que dicha obra sea el gancho perfecto para consumar esa idea, sin embargo; también queda la posibilidad de considerar que una vez más al gobierno le falta visión y voluntad para crear obras en beneficio de la comunidad por si misma, y no como inversión de futuros votos.
La línea 3 (L3) del Metro de Monterrey, partirá desde la actual estación terminal Zaragoza de la línea 2 y culminará en el Hospital Metropolitano en el municipio de San Nicolás de los Garza. El color y el nombre de las estaciones aun no se define, pero algo más importante que eso es el saber si a futuro esta pequeña línea (que a muchos nos ha dejado decepcionados y que más bien pareciera una continuación de la L2), finalmente llegará hasta la zona del aeropuerto internacional en el municipio de Apodaca, o en su defecto hasta la zona de Mederos al sur de la capital regiomontana.
La crítica más repetida por parte de algunos sectores de la población se basa en la funcionalidad y la estética de la L3. Siete kilómetros quedaron muy cortos pensando en las grandes distancias y trayectos de una ciudad como Monterrey. Y hablando de estética lo más reprochable es que una vez más se decidió construir dicha obra en una versión elevada, dando al traste con la imagen urbana ya de por sí muy deteriorada en algunas zonas.
La importancia de contar con un sistema de transporte colectivo eficiente y que prácticamente te lleve y conecte a todas partes de la ciudad, es una necesidad que una metrópoli como Monterrey requiere con urgencia. A estas alturas la capital de Nuevo León (la segunda más extensa del país), debería contar ya con al menos 5 líneas distribuidas hacia todas partes, sin embargo la falta de voluntad política, el pretexto del endeudamiento y otras circunstancias, han arrojado como resultado que hoy en día Monterrey siga motorizándose y que el desarrollo de sistemas de transporte urbano como el metro continúe rezagado.
En otra oportunidad hablaré de la estética y los pormenores de la nueva línea que se presume, comenzará a edificarse en el segundo semestre del año entrante y que terminará para el año 2015.
Red Actual del Metro (2012).
Trazo de la nueva línea de metro (en rojo) sin llegar a Apodaca.
