Vaya!, todavía sigo festejando y creo que seguiré haciéndolo, el campeonato recién obtenido por mi equipo, los Rayados del Monterrey.
La verdad que es una alegría indescriptible, tan emocionante como cuando Italia ganó el Mundial pasado o quizás como cuando el Milan gana la copa de campeones de Europa. Bueno, algo así, quizás más porque al Monterrey lo sigo semana a semana y vivo en la ciudad regia.
Hace algunos ayeres, 6 y medio para ser exactos, el Monterrey fue campeón del torneo Clausura 2003 de la mano del argentino Daniel Passarella. Quien triunfó en su segundo torneo como entrenador del club.
En aquella ocasión el equipo se había reforzado con hombres como Luis Pérez, Alex Fernández y el portero Ricardo Martínez, quien ya había jugado para los Rayados en torneos anteriores a ese. Así pues, el equipo echó mano del Cabrito Arellano, de Paulo César el "Tilón" Chávez, de Héctor el "Pirata" Castro, del Guille Franco, Walter Ervitti y Pablo Rotchen como los hombres más destacados de aquél cuadro norteño que lucía muy equilibrado en todas sus líneas.
En éste torneo recién terminado, Victor Manuel Vucetich quien es considerado uno de los mejores entrenadores mexicanos de los últimos años, en su segunda campaña con el equipo regiomontano supo darle brillo y sacarle todo el talento a jugadores como Aldo de Nigris, Jonathan Orozco, Duilio Davino, José Basanta, Felipe Baloy, Luis Pérez (uno de los pocos sobrevivientes de aquél título del 2003), Walter Ayoví, Oswaldo Martínez y Humberto Suazo, quien a pesar de su difícil temperamento a veces un tanto bipolar, supo canalizar su potencial en favor del equipo.
El equipo de Pasarella jugaba bien, a veces muy bien y llegó casi a la perfección en aquella liguilla del 2003 cuando resultaron campeones, habiendo finalizado la campaña regular en tercer lugar general. Era un cuadro muy equilibrado que sabía defenderse muy bien y atacar igualmente bien. Jamás se desbordaba al frente simplemente por el hecho de hacerlo ni se encerraba todo el tiempo atrás, no era ni un equipo defensivo ni ofensivo del todo, era una escuadra que sabía cuándo, cómo y por dónde atacar y defenderse muy bien. Cuando había que contragolpear lo hacían correctamente y cuando había que conservar un marcador de igual forma lo conseguían. Fue un equipo con buena cosecha de goles a favor y con realmente pocos en contra. Finalmente llegarían a la liguilla de forma embalada y derrotando en semifinales al acérrimo rival los Tigres por un global de 5-3 contundente.
El ahora campeón Monterrey que terminó la campaña en el lugar quinto, de la misma forma supo atacar en momentos precisos, sin desesperarse, sin perder la calma inclusive perdiendo. Es un equipo con una mentalidad muy parecida a aquél del 2003 y quizás con un poco más de talento en cada una de las líneas. Humberto Suazo nos recuerda a Guillermo Franco con sus goles decisivos en la liguilla, Aldo de Nigris a Alex Fernández como complemento ideal en la delantera, Basanta y Davino a Rotchen y Dani Román en sus respectivas facetas y así, línea por línea encontraremos muchas mas similitudes que diferencias.
La afición igualmente apoyaba tanto en las buenas como en las malas, el mismo escenario pero quizás las diferencias más notables serían entre otras, que el actual monarca del balonpié nacional tuvo la inspiración especial por la muerte de Antonio el "Tano" de Nigris, hermano de Aldo, y quien jugaría años atrás en el equipo, incluso una temporada con Pasarella quien por cierto no lo contempló en el plantel para el campeonato clausura 2003, en el que salieron campeones. Otra distinción sería que si bien hace 6 años y medio el equipo arrastraba 17 años sin campeonar, la presión y ansiedad por alcanzar el título en el 2009 se agudizaba porque tanto en el 2004 como en el 2005, con Miguel Herrera como entrenador, se llegaron a dos finales que se perdieron desafortunadamente y en casa.
Tal vez sería la muerte de Toño de Nigris la que se convirtió en inspiración para Aldo su hermano y en general todo el equipo; la que ayudó sin duda a conseguir junto con el buen futbol desplegado en la liguilla y en casi todo el torneo, el nuevo tptitulo de campeón que se traduce en la tercera estrella en el escudo del Monterrey.
Los marcadores en aquella campaña del 2003 en la liguilla nos demuestran que se ganaron 3 juegos (Atlas en la vuelta, Tigres y Morelia en la ida), se empataron 2 (Atlas en la ida y Morelia en la vuelta); y solamente se tuvo una derrota (Tigres en la vuelta). El diferencial de goleo quedó con 12 goles a favor por 7 en contra dando un + 5 final.
En la recien pasada liguilla se tuvieron estos números: 4 juegos ganados (América, Toluca (en la ida) y Cruz Azul (en ambos cotejos), 2 empatados (América y Toluca en al vuelta) y ninguna derrota. 11 goles a favor y solo 6 en contra para una diferencia de + 5. Esto habla de una mejor desempeño en cuanto a resultados a pesar de tener los mismos números en goleo en comparación con las finales del Clausura 2003.
Finalmente no queda mas que desear que este equipo no sea solo un campeón por casualidad en el sentido de que ojala en el próximo torneo sepa defender su corona y sea nuevamente protagonista (como no lo pudo hacer en el Apertura 2003). Que sea un equipo que en los próximos torneos pueda dar las mismas o mayores alegrías a su afición que sin duda alguna es la mejor de todo México. Espero que sea un Monterrey de época e inicie la nueva década con triunfos, éxitos y porqué no, con torneos internacionales como la Concachampions y la Copa Libertadores de América.
Vivan pues, los Campeones Rayados del Monterrey por su tercera estrella, 1986, 2003 y 2009.
Urban Wilderness | Dic 09.
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