Hay días como éste en los que no sabes nada, apenas si quién eres o quénes te rodean. Días en los que no sabes para que servirás, en qué podrás trabajar o qué será de tu vida ya no digamos a 30 o 40 años de distancia, sino de aquí a fin de año, para qué ir tan lejos.
Bueno, son momentos de reflexión y de inyectarse ganas pero luego no sabe uno de dónde sacar esas energías motivadoras que, sin duda, sirven para catapultarnos a coordinar las ideas que nos llevarán a hacer algo útil en la vida, nuestra vida...
De acuerdo, no es que cumpla con el mero trámite de escribir en el blog, no quiero dejar esto medio muerto, sino que luego hasta eso mismo que todos tenemos y que se llama inspiración, de vez en cuanto también se encuentra vacacionando de nosotros mismos. En fin, es martes, es un día mas, no esta todo mal, solo son momentos así, sin rumbo, sin idea, sin variedad...
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