Este es un país que como todos tienen problemas y asuntos que resolver en pos de alcanzar el desarrollo y una mejora de las condiciones de vida de sus habitantes. México como nación en vías de desarrollo, enfrenta múltiples problemáticas que año con año se agudizan y que en mayor parte tiene que ver con el aspecto económico, mismo que deriva en descontento social y por ende en un aumento alarmante de la pobreza así como de la inseguridad.
En México todos somos culpables de las condiciones en las que nos encontramos, no somos el país más rico del orbe pero tan poco somos el más pobre, no tenemos la mejor calidad de vida pero en términos generales tampoco estamos en una situación miserable. Es en ese medianía (por no decir mediocridad) en la que toda nuestra historia hemos transcurrido y en la que en sus diversos capítulos hemos visto que no existe como tal un verdadero proyecto de nación.
Siempre han existido divisiones, fraudes, luchas de y por el poder, traiciones, mafias, engaños e invasiones, en donde los mexicanos navegamos en una especie de aguas pantanosas en donde lejos de hacer todo lo posible por salir de ellas, entre nosotros mismos nos estorbamos y empeñamos en enlodarnos todavía más.
Gobiernos han ido y venido prometiendo y proponiendo todo cuanto existe (y lo que no) para salir de la situación en la que estamos, sin embargo han sido más los fracasos que los éxitos.
Vivimos en un país donde la brecha económica entre ricos y pobres se dispara año con año y la desigualdad no solo siembra y alimenta el descontento de la gente, sino que aliado a la delincuencia esto se ha convertido en un cáncer que consume a la nación conduciéndola por senderos cada día más peligrosos.
En el México actual, los partidos políticos (al igual que en otros tiempos los conservadores, liberales, villistas, huertistas etc.), solo estan interesados en alcanzar sus intereses particulares. Hoy en día la consigna de estos grupos es lograr el mayor número de simpatizantes y votantes para mantenerse en el poder todo el tiempo posible. En realidad poco o casi nada les interesa el verdadero bienestar y progreso del país. Estos grupos políticos trabajan para obtener sus intereses de manera individual, siempre adjudicándose el poseer los métodos y la verdad para convencer a la ciudadanía de que son la mejor opción para México. Sin embargo sus múltiples enfrentamientos, sus traiciones y "alianzas programadas" solo han contribuído a mantener al pueblo dividido, enfrascado y con un bajo nivel de desarrollo en general.
Todo esto aunado a la poca iniciativa del mexicano promedio, a su poca visión como agentes de cambio, a su escasa educación, a sus trabajos mal pagados o peor aun, al desempleo, al malinchismo y al complejo de inferioridad o el de aprovecharse del otro en la situación que se presente; nos condicionan a permanecer en una espiral sin fin de subdesarrollo y vicio.
Este círculo vicioso que interactúa cada vez más con la gran desigualdad social y que se contamina con los levantamientos armados; se alimenta de la desconfianza de la gente hacia todo y por todo (gobernantes, autoridades, empresas etc.). El Gobierno ha tomado acciones que considera necesarias y verdaderas para emprender un nuevo rumbo como país, sin embargo, ese discurso ya tan desgastado se repite constantemente esté quien esté en el poder, sea PRI, PAN o PRD. A nivel federal, estatal y municipal la gente ya no cree en sus respectivas autoridades y lo hace con justa razón, pues estas últimas no han sabido trabajar conjuntamente para el bienestar de la población y solo se enfrascan en reclamos, crispaciones y abusos.
Ante tal situación la gente cansada de tanta adversidad se comienza a manifestar con mayor frecuencia ante todo lo que considere como acción "injusta" de su respectivo Gobierno. Hemos sido testigos de como grupos sociales y delictivos surgen año con año como resultado de tanto tiempo de vivir en la misma condición. Tenemos entonces "maestros" que se plantan y manifiestan en la capital del país y otras plazas, y tenemos grupos de jóvenes "estudiantes" que realizan protestas e incitan a la desobediencia civil ante tanta corrupción y abusos del Gobierno. Sin embargo no faltan las versiones que señalan que detrás de esos y otros grupos se encuentran organizaciones delictivas e incluso sectores de gobiernos y partidos políticos que agitando a las masas, buscan revolver y dividir más a este país.
A la par entonces de un Gobierno que en el discurso está con la ciudadanía pero que en los hechos demuestra otra cosa, el crimen organizado (específicamente el que se dedica al narcotráfico), encuentra terreno fértil para crecer y fortalecerse enviciando y atemorizando a la población, mientras el Gobierno actúa a medias o retardadamente ante el llamado desesperado de la ciudadanía.
Chihuahua, Guerrero, Morelos, Baja California, Nuevo León, Zacatecas, Tamaulipas y ahora Michoacán; son entidades en donde la violencia alcanzó y está alcanzando niveles que hacen que al exterior otras naciones señalen a México como un país inseguro y totalmente fallido. Y es que honestamente tenemos un país hecho pedazos, donde los impuestos aumentan y las mejoras sociales no se reflejan, donde Estados suspenden clases por meses y los niños quedan privados de una educación, donde la gente que no tiene que comer roba unos cuantos pesos y es condenada a pasar largas condenas en las cárceles, mientras funcionarios y exfuncionarios de gobierno o empresarios, roban el dinero de la gente a manos llenas sin ser siquiera perseguidos y mucho menos juzgados.
Así de irónico y complejo resulta este país del cual año con año personas de todas clases sociales, buscan salir al no ver realizables sus propósitos de vida o simplemente por temor a ser secuestrados, extorsionados, asesinados etc. En los últimos meses se ha hablado de los famosos grupos de autodefensa civil en varias comunidades del país donde la delincuencia y el crimen han aumentado dramáticamente. Estos grupos de autodefensa cansados de no encontrar respuesta y protección por parte del Gobierno, se han organizado para protegerse y enfrentar por sus propios medios a los narcotraficantes. No obstante hemos sigo testigos de como las autoridades han tomado la postura de desmantelar a estos grupos con una rapidez y eficacia que extrañamente se ausentan cuando se trata de enfrentar a los cárteles como los Zetas o los Templarios entre otros criminales.
Inclusive se ha señalado que los grupos de autodefensa no son mas que grupos armados y pagados por organizaciones delictivas o partidos políticos con el fin de desestabilizar más la situación que se vive. No sería extraño especular que la posibilidad de que cada partido agite y movilice a las masas en torno a sus intereses sea un hecho. O peor aún, que tanto el PRI como el PAN y el PRD en su afán de eliminarse mutuamente, estuvieran financiando a sus respectivos brazos armados en este entramado contexto nacional que fragmenta y lesiona aun más a México.
Pero aquí lo más lamentable de todo sería que en dado caso de que los grupos de autodefensa sean personas verdaderamente desvinculadas a algún cártel o comando delictivo, estaríamos siendo testigos de como las autoridades (incluído el ejército mexicano) defienden o prestan ayuda a los narcotraficantes al detener o entorpecer la labor de las defensas comunitarias.
Ante este estado de cosas resulta muy difícil tomar alguna postura o el estar convencido sobre qué grupos o qué personajes pueden ser considerados como los "buenos" y los "malos", puesto que el asunto se ha enmarañado tanto que hacer un juicio a la ligera puede resultar delicado y por ende equivocado.
Pero entonces ¿cómo hacer un pronunciamiento cuidadoso? tomando postura por algún grupo si todos dicen poseer la verdad y todos se atacan mutuamente, al tiempo que vivimos en una época en donde la incertidumbre, la desconfianza y el desinterés interactúan para confundir mucho más al ciudadano postmoderno que se individualiza, se divide y permanece a la espera de que las condiciones cambien algún día.
Es así como veo hoy en día a mi país.
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