Sin pretextos, sin excusas, uno de los más grandes fracasos en la historia del equipo regiomontano en su historia profesional
Lo sucedido el día 5 de febrero pasado en AbuDhabi debe quedar registrado como uno (si no es que el mayor) fracaso del Club de Fútbol Monterrey en su historia profesional.
No es para menos pues el hecho de haber perdido en su debut ante un rival con una plantilla muy inferior en cuestión de valor económico pero sobre todo, llena de improvisaciones al no contar con más de medio equipo titular debido al covid-19 y a que otros tantos jugadores seleccionados se encuentran disputando la Copa Africana, hacen de ésta derrota una de las más graves y ridículas para el equipo mexicano representante de la CONCACAF.
No es de sorprender la eliminación tan tempranera del equipo regio pues sinceramente los dirigidos por Javier Aguirre, no han podido desplegar un fútbol consistente, continuo y efectivo desde que llegó a tomar las riendas del club; siendo solamente algunos chispazos los momentos más destacables de ésta gestión a lo largo de casi 2 años.
Y es que honestamente no hay excusas ni pretextos para justificar éste papel tan lamentable y vergonzoso de una institución que ha sido incapaz de ofrecer buenas cuentas a sus aficionados. Meses y meses jugando sin sentido, sin agresividad, sin constancia y sin llegar a ser el equipo fuerte, contundente y arrollador que la afición espera de su club, uno de los más caros de todo el continente americano.
Monterrey dejó ir una nueva oportunidad de trascender en el plano internacional, y a pesar de haber ganado su segundo compromiso el quinto puesto no sabe absolutamente a nada. Difícilmente se podrá tener suerte como en ésta edición del Mundial de Clubes para poder acceder a lo más lejos del certamen, pues se habla de un cambio de formato a futuro en el torneo el cual, se presume será más competitivo y a todas luces difícil, por el número de juegos y los rivales a vencer para llegar a disputar una hipotética final y evidentemente ganarla.
Los Rayados volvieron a México en medio de reclamos, gritos e insultos por parte de algunos aficionados que con justa razón, exigen lo mejor de los jugadores ya que semana tras semana pareciera que el plantel no logra o no quiere lograr ofrecer un performance a la altura de las expectativas del club.
La directiva del equipo regiomontano tendrá que evaluar el desempeño de todos los integrantes de la plantilla desde jugadores hasta directivos, porque éste tipo de exhibiciones no son dignas de una escuadra que pretende ser considerada como grande e importante en México.
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