El tiempo y sólo el tiempo dictará sentencia con respecto a esta mega obra
Admito que en un principio y antes de que se pusiera una piedra en Texcoco para edificar el aeropuerto, me parecía increíble y muy positiva la posibilidad de que el espacio (terreno) que dejaría el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), fuera ocupado para un sin fin de posibles construcciones en beneficio de la zona oriente de la capital del país y que es considerada la más vulnerable, la más insegura y la de más bajos recursos e infraestructura tradicionalmente.
El hecho de contar de repente con la posibilidad de tener tanto "espacio en blanco" por decirlo así para poder "rehacer" esa parte de la ciudad se me hizo genial, pues sin duda en ese terreno bien podrían hacerse universidades, oficinas gubernamentales, un auditorio nuevo, un centro comercial y hasta un gran parque etc. Todo con miras a elevar la calidad de vida de ese sector y que pudiera impulsar finalmente el oriente de CDMX a un crecimiento más equilibrado con respecto al poniente o al sur de la misma.
Después cuando dieron a conocer que el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) estaba lleno de corruptelas, tratos por debajo de la mesa y que estaba rodeado de "intereses ventajosos" entre políticos del momento y empresarios (como en todas las obras habidas y por haber en donde un gobierno esté inmiscuido), consideré que sería bueno dejar que se construyera y terminara el aeropuerto, y que de encontrarse responsables de los señalamientos de corrupción y demás, entonces fueran separados de la obra, castigados y encarcelados según sus fechorías. Pero la realidad no fue así.
Hoy en día tenemos un nuevo aeropuerto en construcción que seguramente será sub utilizado pues no creo que más de 3 aerolíneas lo contemplen para realizar sus operaciones debido a su distancia con respecto al principal o los principales centros de demanda de la población que lo requiere, como la zona sur y la zona poniente del Valle de México.
El NAICM que arquitectónicamente era increíble con el mejor de los diseños y todo el lujo efectuado por uno de los mejores despachos internacionales de arquitectura contemporánea, más allá de eso significaba solucionar de una sola vez el incremento, la saturación y los nuevos retos de competitividad y conectividad que un país como México estaría enfrentando a nivel internacional.
La verdad es que contar con esa obra más allá de su diseño y excelencia arquitectónica representaba la oportunidad para nuestro país de contar con una de las mejores terminales aéreas del mundo. La creación de empleos directos e indirectos, la posibilidad de ampliar el comercio y el turismo para nuestro país debió prevalecer como verdadero interés frente a todos los señalamientos que en su momento el gobierno hizo y continúa haciendo en torno a la corrupción y los negocios intrínsecos que en una obra como ésta repito, no están exentos.
Santa Lucía solo será en el mejor de los casos un aeropuerto regional pobremente utilizable, el AICM continuará con su saturación progresiva (la pandemia sólo dio un respiro), y dudo mucho que éste gobierno logre hacer todo un parque (que no es mala idea) de calidad mundial como lo pregona en el polígono de Texcoco donde estaría ubicado el NAICM.
Me quedo con la idea de haber imaginado todo lo que se hubiera podido realizar en la zona del actual Aeropuerto Benito Juárez, tal vez un nuevo "Santa Fe", un nuevo Chapultepec o qué se yo, porque seamos sinceros, el parque que pregona el gobierno está muy lejos de ser considerado como opción de esparcimiento más allá de la gente que viva en esa zona y alrededores.
Veamos que pasa a futuro, por lo pronto tendremos que esperar a que terminen y entre en operación "Felipe Angeles" en Santa Lucía para poder juzgar con todo el peso y rigor de la realidad. Antes no debemos exagerar en las especulaciones, capaz y nos llevamos una gran sorpresa aunque lo dudo. El tiempo y solo el tiempo dictará la sentencia y condenará o no lo que se está realizando.
Saludos.
*Fotografía tomada de internet. Crédito a su respectivo autor.
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