jueves, 22 de enero de 2015

Respecto a las próximas elecciones para Gobernador del Estado de Nuevo León


Estamos en una época en la que prácticamente ya cualquier personaje de la televisión o del medio artístico se cree con la capacidad suficiente para registrarse y contender por algún cargo político, que va desde una diputación local o alcaldía, hasta una gobernatura.

En el caso concreto de Nuevo León y a razón de que en este 2015 habrá comicios electorales para elegir alcaldes y gobernador, me veo obligado a expresar mi sentir al respecto.

Los dos principales partidos políticos de la entidad (PRI y PAN) han anunciado quienes serán sus abanderados para las próximas elecciones a llevarse a cabo el mes de julio entrante. Serán dos mujeres: Ivonne Alvarez (PRI) y Margarita Arellanes (PAN), las principales figuras que se disputarán la gran responsabilidad de encabezar el gobierno estatal ante el descontento de una parte importante de la población por tales nombramientos.

Arellanes y Alvarez son la pareja perfecta para montar de ahora en adelante toda una maquinaria mediática que sin duda nos abrumará con noticias, spots y eventos en todas direcciones que miremos.

Desde ahora puedo anticipar una guerra declarada sin cuartel entre ambas "políticas" quienes ya tuvieron a su cargo las alcaldías de los dos municipios más poblados de N.L. (Monterrey y Guadalupe respectivamente). Los resultados de ambas administraciones resultaron pobres y duramente criticadas por la población, ya que ambas señoras se vieron rebasadas por su cargo abandonando incluso su puesto en búsqueda de mejores huesos que poseer.

Tanto Margarita como Ivonne en su momento se cansaron de proclamar a la población que nunca de los "nuncas" y jamás de los "jamaces" dejarían sus cargos para buscar un mejor puesto político. Sin embargo, la realidad fue muy distinta y con todo cinismo y desfachatez ambas se han enrolado en la pugna por el gobierno neoleonés.

El problema en sí no es que busquen la gobernatura, sino que hayan engañado a la gente y se burlaran además al dejar sus municipios en un verdadero caos y decadencia. Alvarez dejó su puesto de alcaldesa hace tres años persiguiendo una diputación y Arellanes recientemente dejó por la borda un municipio que como nunca lo he visto tan caótico en tráfico y tan maltratado por los baches.

El hecho de que ambas sean mujeres no significa que sean ajenas a la corrupción o a las malas administraciones. Alvarez y Arellanes representan dignamente lo que hoy en día buscan los partidos en sus candidatos, gente sin capacidad para llevar a cabo tal compleja empresa pero con gran impacto visual y ¿por qué no?, hasta un atractivo físico.

En los próximos meses veremos una oleada de información girando en torno a estas dos contendientes en las que su carisma, el poder de imagen y las mútuas descalificaciones, serán más importantes que sus compromisos con la población.

El que Alvarez haya sido conductora de programas de televisión de por sí bajos culturalmente hablando, y Arellanes se haya transformado estéticamente para tener mayor impacto entre la gente no es lo más grave del asunto. Aquí lo más reprochable es que ambas se vieron envueltas en casos de corrupción y ahora pretendan alcanzar un cargo el cual no merecen, siendo respaldadas por un par de partidos políticos cínicos, rateros y doble moralistas. 

Ni una ni otra dan el ancho para tal compromiso y es por ello que lanzo un llamado para que reflexionen su próximo voto de mediados de año. 

En otro momento dedicaré otra entrada para hablar más al respecto de estas dos "ilustres" candidatas al gobierno de Nuevo León.

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